Tipos de autónomos en España

Convertirse en autónomo es una posibilidad laboral, a pesar de las dificultades que podamos encontrar a nivel burocrático, es una opción por la que opta gente que quiere vivir de su propio trabajo y que no encuentra (o no quiere) un empleo dependiendo de otros. Son muchos los matices y muchas las ventajas y desventajas de tal situación en la que no vamos a entrar en este artículo. Simplemente, si estás en un proceso de convertirte en trabajador autónomo, debes saber los tipos que existen. De esta manera, todos tus pasos durante el proceso lo harás mejor y con mayor seguridad. Eso es lo que vamos a hacer en este artículo, contarte los diferentes tipos de autónomos que hay en España, para que trates de analizar dónde estarás tú.

 

Características de los trabajadores autónomos

 

Antes de hablarte de todos los tipos, permitidnos hablar sobre lo que es un trabajador autónomo en España.

Estamos hablando de un trabajador independiente, que realiza una actividad por cuenta propia. Por lo tanto, está obligado a emitir factura y a pagar una cuota mensual a la Seguridad Social además de pagar sus correspondientes impuestos.

Existen actividades muy diferentes que reciben el mismo trato, pero que, a efectos de definición, podemos llamarlos como diferentes tipos de autónomos.

Pero no solamente por la actividad podemos desglosarlo, sino también por su están o no colegiados entre otras diferencias.

Vamos, ahora si, a ver estas diferencias.

 

Freelance o profesionales autónomos

 

Estas personas ejercen su profesión de manera independiente, pueden tener (o no) trabajadores a su cargo y lo más corriente en este caso, es que ejerzan su trabajo desde su propia casa.

Algo que caracteriza a estos trabajadores es que la actividad que hacen está incluida en la lista del Impuesto de Actividades Económicas.

Pueden estar asociados con un colegio profesional o no. Son comunes los casos de los abogados o fisioterapeutas, que suelen tener su propio colegio como alternativa al RETA.

Pero también, pueden no estar colegiados, es el caso de traductores, escritores o publicistas.

 

Autónomos societarios

 

En este caso, estamos hablando de personas que han constituido una sociedad mercantil, es decir, una empresa, para que nos entendamos.

No queremos decir con esto que todos los socios de una empresa deban estar dados de alta como autónomos, sino que es necesario una serie de características a cumplir, para eso, son las siguientes:

 

  • Si posees más del 50% del capital de la empresa.
  • Tienes menos de ese 50Ç%, pero convives con familiares directos que son también socias de la empresa y se supera en conjunto ese porcentaje.
  • Si tienes más del 25 % del capital y ejerces funciones de dirección y gerencia. (Si no alcanzas ese capital, puedes afiliarte al Régimen General Asimilado, para tener derecho a una prestación por desempleo o al Fondo de Garantía Salarial.

 

Trabajadores Autónomos Económicamente Dependientes

 

Existen casos en los que el trabajador autónomo percibe la mayor parte de sus ingresos de una empresa. No hay que confundir esto con un falso autónomo, ya que estos no están cubriendo un puesto laboral en una empresa y dependen en al menos un 75 % de sus ingresos.

Para que se te reconozco como tal, debes cumplir una serie de características que vamos a enumerar.

 

  • Al menos el 75% de los ingresos deben provenir del mismo pagador.
  • No debes contar con trabajadores a tu cargo.
  • Disponer de materiales y recursos propios.
  • Definir tu mismo la organización de tu actividad.
  • Cobrar en función de los servicios prestados.
  • No disponer de local.

 

Autónomos colaboradores

 

Cualquier autónomo puede contratar a un familiar directo como autónomo colaborador, siempre que conviva y trabaje con él en el negocio.

 

Autónomos agrarios

 

Esta figura existe únicamente dentro de este sector. Estas personas cotizan mediante un sistema propio y, para optar a ser considerado como tal, hay que cumplir una serie de características.

La cuota mensual de estos trabajadores es más baja que la del resto de autónomos al considerar que hay circunstancias que influyen con el rendimiento, como el clima, por ejemplo.

 

Falsos autónomos

Este no es un “tipo de autónomo” en si mismo, pero conviene reseñarlo, para no dar lugar a errores en lo que es un “falso autónomo”.

Para ser considerado como tal, debes estar trabajando únicamente para una empresa en exclusividad, mientras estás pagando la cuota de autónomos.

Algunas empresas, para evitar el pago a la Seguridad Social de estos empleado han convencido a estas personas de acogerse a la tarifa plana durante los dos primeros años, para que les resulte conveniente. Pero realmente, la actividad y todas las funciones (además de un salario) lo hacen como si fuera un trabajador en plantilla.

 

 

 

 

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