Impuestos que paga una PYME en España

 

 

 

Todos sabemos que las empresas están obligadas a pagar una serie de impuestos. En España, tienen una situación particular los autónomos y las denominadas PYMES, que son la mayoría de empresas de este país. Son la “pequeña y mediana empresa”. En este artículo vamos a centrarnos en estas últimas y vamos a analizar cuáles son los impuestos que pagan estas empresas en nuestro país.

Es importante puntualizar que todas las empresas deben ser conocedoras de esta información de manera completa, para administrar su tesorería con el fin de pagar estos impuestos a tiempo.

 

Tipos de impuestos que paga una PYME en España

 

Vamos a ver los tipos de impuestos que debe pagar una empresa, los cuáles, son los siguientes:

 

  • Impuesto sobre el Valor añadido.

 

El conocido como IVA es uno de los impuestos más importantes que paga una empresa en nuestro país. Este impuesto se aplica sobre toda transacción de bienes y servicios y recae sobre el consumidor final. Aunque es la empresa quien “devenga” esa cantidad, y, por lo tanto, es la responsable de pagar al estado esa cantidad obtenida por ese impuesto.

Podemos decir que las empresas actúan como meros intermediarios, pero también pueden deducirse el IVA en las compras y adquisición de bienes que afecten a la actividad del negocio.

Los resultados finales, llamados liquidación, se pueden presentar de manera mensual o trimestral, dependiendo del volumen de las operaciones. Este resultado es la diferencia entre el IVA devengado, es decir, que ha recaudado esta empresa y lo que ha pagado. Pueden ocurrir dos cosas, que el resultado sea positivo, por lo que la empresa deberá ingresar esa cantidad o negativa, que será el momento en el que la Agencia Tributaria hará la devolución, después de ser solicitada, claro está.

En España, hay tres tipos de IVA, el tipo superreducido del 4%, el reducido, del 10% y el tipo general, del 21%.

Este impuesto se presenta a través del modelo 303.

 

  • Impuesto sobre Actividades Económicas.

 

Este es un impuesto directo que grava las actividades empresariales, profesionales o artísticas que se realizan en España.  Esto ocurre independientemente de que se ejerzan en un local determinado o no.

La gestión de este impuesto se comparte entre el estado y las comunidades autónomas, por lo que el tipo de cuota puede variar.

 

  • Impuesto sobre sociedades.

 

En este caso se determina cuanto se lleva hacienda de los beneficios de una empresa. Aunque la empresa no hubiese recibido beneficio alguno durante el periodo impositivo, es de obligatorio cumplimiento.

Ahora mismo, el tipo general es un 25%, aunque, según el tipo de actividad y el tipo de empresa, puede verse reducido en algún caso.

Para presentar este impuesto, se utiliza el modelo 202 y el anual 200.

 

  • Impuestos especiales y medioambientales.

 

Aquí se grava la importación y fabricación de determinadas actividades. Las bebidas alcohólicas y los hidrocarburos son ejemplos de ello. En general, los impuestos a pagar en concepto de medioambientales son los siguientes:

  • Producción y almacenamiento de combustible nuclear y residuos radiactivos.
  • Extracción de gas, petróleo y condensados.
  • Producción de energía eléctrica.
  • Gases por efecto invernadero.

 

  • Impuestos regionales y locales.

 

Entre los impuestos que debe pagar una empresa en España también se encuentran impuestos con un origen local o regional. El ejemplo de esto podrían ser tasas exigidas por una entidad local por el uso privado del dominio público.

Los ayuntamientos y entidades locales pueden exigir impuestos como consecuencia, por ejemplo, de realizar una obra pública o del propio establecimiento. También puede haber impuestos sobre vehículos de tracción mecánica, sobre construcciones o sobre el incremento de valor de terrenos de naturaleza urbana.

 

Diferencias entre las obligaciones tributarias de una empresa, un autónomo y una PYME

 

Para saber cuánto paga una empresa en España, hay que tener en cuenta algo importante, como es el tamaño de la misma. Vamos a dividir todas las empresas en los siguientes apartados:

  • Microempresas (plantilla máxima de 10 empleados)
  • Pequeñas empresas (entre 11 y 49 trabajadores)
  • Mediana empresa (entre 50 y 249 empleados)
  • Grandes empresas (más de 250 trabajadores)

Según esto, nos encontramos que el año pasado, las grandes empresas pagaron un 6,6% por sus beneficios, las medianas, un 15,04% y las pequeñas un 15,70%.

La propia ley de sociedades permite deducciones por varios motivos a los que pueden llegar con más facilidad las grandes empresas. Aun así, España es el quinto país con la factura más alta de la Unión Europea.

 

 

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