¿Empezará a aplicarse la jornada laboral de 38,5 horas en 2024?
La reducción de la jornada laboral en España es uno de los temas más debatidos en el ámbito laboral y político en los últimos tiempos. Con el objetivo de mejorar la conciliación entre la vida laboral y personal de los trabajadores, esta medida ha ganado protagonismo en la Mesa de Diálogo Social. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre la posible reducción de la jornada laboral a 38,5 horas en 2024 y los efectos que puede tener sobre las empresas y empleados en España.
¿Qué significa la reducción de la jornada laboral a 38,5 horas?
En España, el régimen laboral actual establece una jornada de 40 horas semanales. La reducción de esta jornada a 38,5 horas supondría un cambio sustancial, especialmente en sectores donde la flexibilidad horaria y la demanda laboral son variables. Pero, ¿qué significa realmente esta modificación?
En principio, la reducción de la jornada no debería suponer una disminución salarial. Esto implica que los trabajadores podrían disfrutar de más tiempo libre sin perder ingresos. ¿Afecta a todos los trabajadores? La respuesta es compleja, ya que los convenios colectivos actuales regulan de manera distinta las jornadas, lo cual puede hacer que algunos sectores se vean más beneficiados que otros. En cualquier caso, esta medida afecta principalmente a los más de 12 millones de trabajadores del sector privado que hoy laboran a tiempo completo.
Novedades en la implementación de la jornada laboral reducida
El Ministerio de Trabajo y la patronal llevan meses debatiendo la implementación de la jornada de 38,5 horas. Uno de los principales retos ha sido encontrar una forma de aplicar esta medida sin perjudicar a las empresas ni recargar a los trabajadores.
Actualmente, el plan de reducción de jornada se ha planteado en dos fases:
- Fase 1: Reducción de la jornada a 38,5 horas semanales en 2024.
- Fase 2: Reducción a 37,5 horas semanales en 2025.
Este cronograma busca una adaptación gradual y flexible que permita a empresas y trabajadores prepararse para el cambio. Sin embargo, esta gradualidad sigue siendo motivo de discrepancia entre el Gobierno y la patronal, que aboga por mayores incentivos para facilitar el cambio.
¿Cómo impactará esta reducción en el salario?
Una de las principales preocupaciones tanto para empresas como para trabajadores es cómo afectará la reducción de horas al salario. Actualmente, la postura del Ministerio de Trabajo es clara: no habrá reducción salarial. Esto significa que los empleados seguirán percibiendo el mismo sueldo por una menor cantidad de horas trabajadas, lo cual representa un aumento del coste por hora para las empresas.
Esta decisión se inspira en modelos de otros países de Europa que ya han implementado reducciones de jornada sin afectar a los salarios. En este sentido, se espera que el salario por hora aumente proporcionalmente para que los empleados no pierdan poder adquisitivo.
Flexibilidad y control: una nueva organización del tiempo de trabajo
Uno de los aspectos más interesantes de esta propuesta es la posibilidad de flexibilizar la distribución de las horas de trabajo. Actualmente, las empresas tienen permitido ajustar hasta un 10% de la jornada anual de sus empleados. Sin embargo, con la reducción a 38,5 horas semanales, el Ministerio de Trabajo podría ofrecer mayor margen de flexibilidad para que las empresas puedan adaptar sus horarios a las necesidades productivas y estacionales.
Esto sería especialmente beneficioso para sectores como la hostelería y la agricultura, donde la demanda laboral varía considerablemente a lo largo del año. La posibilidad de organizar el trabajo de manera irregular podría ayudar a las empresas a adaptarse sin que los empleados vean afectada su jornada semanal promedio.
La desconexión digital y el registro de jornada: dos ejes clave
Otro aspecto crucial en esta negociación es la desconexión digital. Con la nueva jornada laboral, el Ministerio pretende reforzar el derecho a la desconexión. Esto significa que los trabajadores no deberían recibir llamadas ni correos electrónicos fuera de su horario laboral, a fin de proteger su tiempo personal y descanso.
Además, se plantea la creación de un nuevo sistema de registro de jornada, digital y accesible, que permita controlar y registrar los horarios reales de los empleados. Este sistema debería:
- Ser accesible para trabajadores y representantes sindicales.
- Estar disponible para la Inspección de Trabajo en caso de auditoría.
- Mantenerse por un período de 4 años.
El objetivo es garantizar que la reducción de jornada se respete y que los horarios se registren de manera confiable y transparente, evitando manipulaciones.
¿La reducción de la jornada afectará a los trabajadores a tiempo parcial?
Otro punto de interés es cómo afectará esta medida a los trabajadores a tiempo parcial. Aunque todavía no se ha definido de manera específica, es probable que se apliquen las mismas reducciones de horas a estos contratos, ajustando proporcionalmente las jornadas y remuneraciones. Para aquellos empleados que trabajen 20 horas a la semana, por ejemplo, la reducción podría suponer una carga horaria aún menor.
En algunos casos, la conversión de contratos de tiempo parcial a tiempo completo podría ser obligatoria, dependiendo del número de horas trabajadas y el convenio colectivo.
Implicaciones para las horas extra y las multas por incumplimiento
Con la reducción de jornada también se plantean nuevas reglas en cuanto a las horas extra. La idea es que las horas trabajadas de más se regulen en función de la nueva jornada de 38,5 horas, de modo que no se permita un aumento del número de horas extra que puede realizar un trabajador.
Por otro lado, el Ministerio de Trabajo ha propuesto endurecer las sanciones para las empresas que no respeten la nueva normativa. Las multas por incumplimiento se calculan ahora por cada trabajador afectado, con importes que oscilan entre los 1.000 y 10.000 euros por trabajador. Esto implica que una empresa que incumpla la jornada de varios empleados podría enfrentar sanciones significativas.
Beneficios y desafíos para las empresas y los trabajadores
¿Qué beneficios puede traer la reducción de jornada? Desde el punto de vista del trabajador, un menor tiempo de trabajo semanal puede mejorar la calidad de vida y facilitar la conciliación laboral y personal. Además, podría traducirse en un incremento de la productividad a medida que los empleados se sienten más descansados y satisfechos.
Para las empresas, sin embargo, los desafíos son considerables. Los sectores de servicios, como el comercio y la hostelería, ven en la reducción un incremento de los costes operativos que podría llevarlos a tener que contratar a más personal o incurrir en gastos adicionales de horas extra. Para ayudar a mitigar estos costes, el Gobierno ha planteado bonificaciones para pymes de hasta 10 empleados, aunque estas ayudas estarán condicionadas a la creación de empleo neto.
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